LA COMUNICACIÓN Y LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES
La crisis por agotamiento del modelo ya muestra con crudeza la realidad de la inflación, de la recesión; y con los arreglos vende patria con Monsanto, CHEVRON, REPSOL, y con el Club de París, más la represión y procesamiento a luchadores, el verdadero posicionamiento del FPV y sus aliados: del lado del gran capital y del empresariado local.
Por:Alejandro Questa - Proyecto Sur José C. Paz en la Corriente Emancipación Sur
Por distintos medios de comunicación, en las últimas semanas, pese al ambiente distractivo mundialista, se conocieron conflictos laborales serios, con toma de fábricas, cortes de calles y rutas; algunos reprimidos brutalmente. Los más difundidos últimamente han sido los de EMFER, TATSA y LEAR. Tiempo atrás fueron los de PATY y GESTAMP; y unos meses antes fueron los de docentes, más el fuerte paro del 10 de abril, seguido por paros de gremios de la CTA Michelli.
En realidad, los conflictos laborales, ambientales, sociales, por derechos humanos, por etnocidio, por derecho a la tierra, etc., se han gestado y desatado desde años atrás, por lo ancho y largo de todo el país; y la gran mayoría de ellos no fueron mostrados por medios de comunicación, tanto oficialistas como opositores. Aunque parezca mentira, entre ellos hay un “pacto de caballeros”; porque si se difundieran todos los conflictos o reclamos sucedidos y en proceso actualmente, los trabajadores, activistas sociales, o simples vecinos aquejados por diversos problemas, que, por miedo o desánimo, no se organizan para hacer valer sus reclamos con medidas más serias que protestar por las vías formales, pueden tomar ánimos para hacerlo en forma más contundente y. en conjunto, hacer tambalear la conducción política y empresarial del proceso socio-económico argentino. O sea, los ataques periodísticos entre oficialistas y opositores no llegan a pasar ciertos límites para que los trabajadores y sectores populares no tomen un envión tal que, con sus acciones, desbaraten la “gobernabilidad” que les garantiza rentabilidad a todos los sectores empresariales de ambos bandos.
En la difusión de los distintos conflictos tienen un rol importantísimo los medios alternativos de raigambre popular, sindical y de partidos de centro-izquierda, además de las modernas redes sociales. Si uno es seguidor de estos medios, ha podido comprobar que el cacareado modelo kirchnerista no es muy inclusivo, defensor de los derechos humanos y de los intereses populares, como pretende asegurar el relato oficialista, sobre todo en el interior del país y de Pcia de Bs.As.
La crisis por agotamiento del modelo ya muestra con crudeza la realidad de la inflación, de la recesión; y con los arreglos vende patria con Monsanto, CHEVRON, REPSOL, y con el Club de París, más la represión y procesamiento a luchadores, el verdadero posicionamiento del FPV y sus aliados: del lado del gran capital y del empresariado local.
Las luchas seguirán porque continuarán las necesidades, insatisfechas por el presente modelo, hasta que no haya cambios profundos de modelo de país; un modelo que lo emancipe productiva, económica e ideológicamente de los intereses extranjeros y empresariales; un modelo que garantice una vida digna libre para todo ciudadano en cualquier parte del país. Para ello hace falta generar un nuevo movimiento nacional emancipador con dirigentes fieles a los intereses nacionales y populares, con gran participación de organizaciones políticas, sindicales y sociales.
No obstante, mientras impulsamos ese movimiento emancipador, debemos fortalecer y crear más medios alternativos de comunicación, y apoyar todos los reclamos laborales, ambientales, sociales, por derechos humanos, por falta de justicia, por corrupción, por seguridad social, etc.; y condenar toda represión y procesamiento a los que protestan.
En este sentido, hay que apoyar toda movilización que generen los reclamos populares; y también medidas de fuerza que busquen frenar medidas de ajuste y represión hacia trabajadores y sectores populares. Por ello, reclamamos a las centrales sindicales la realización de un plan de lucha para frenar las medidas de ajuste y represivas.