BAHÍA BLANCA Entendemos que lo que nos gobierna es una auténtica partidocracia, donde desde un abanico de matices discursivos e incluso de historias y conductas personales distintas, están decididos a mostrarse como antagónicos y esto es apoyado por los grandes medios de comunicación. Por: Laura García Vazquez . Emancipación Dur Bahía Blanca   unnamed (3)En estos más de 30 años de democracia formal, al menos para nosotros, nunca ha estado el ambiente tan despolitizado y nunca ha sido tan necesario visualizar la perspectiva de una alternativa. Alternativa real, que no es lo mismo que oposición. Y si bien las causas de esta realidad son múltiples, es momento, además de reflexionar, de accionar y movilizar en pos de las tareas pendientes, nuestra propia historia no merece que nos debatamos entre falsos relatos y falsas opciones, sino que, al contrario,  construyamos nuestro futuro y el de las próximas generaciones en base al objetivo de vivir bien, todos, de tener, como decimos siempre, un país emancipado, una sociedad justa y un pueblo feliz. Revisando ciertas definiciones para acercarnos a lo sucedido en los último años vemos que lo que llamábamos bipartidismo se refería principalmente a las estructuras del Partido Justicialista y de la Unión Cívica Radical,  hoy por hoy, todo parece indicar que serán el Frente Para la Victoria (ya no tan kichnerista con Scioli como candidato único a la presidencia ) y el PRO de Mauricio Macri se presentan como las principales (estamos hablando de encuestas, poder, propaganda, lobbys, etc.) opciones. Entendemos que lo que nos gobierna es una auténtica partidocracia, donde desde un abanico de matices discursivos e incluso de historias y conductas personales distintas, están decididos a mostrarse como antagónicos y esto es apoyado por los grandes medios de comunicación. Cuando miramos con objetividad los distritos gobernados desde hace muchos años por estos partidos, las diferencias en las condiciones de vida de la población prácticamente no existen. Podemos tomar, por ejemplo, la provincia de Buenos Aires, la ciudad autónoma de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe, tres distritos con signos partidarios diferentes. Con esto no queremos decir que será lo mismo que gane uno u otro, sino, al revés, que las posibilidades de una trasformación de la sociedad a favor de la igualdad de derechos está vedada si nos atenemos al resultado que tendrán las elecciones en nuestro país. Y si se sigue votando a esta clase política, cuya hegemonía debe ser derrotada. Una de las cosas que ha empeorado nuestra situación es la existencia de las PASO que son, desde su nacimiento, antidemocráticas y proscriptivas, sin embargo, casi todos los candidatos han votado a su favor en el momento correspondiente, con el agravante de la cantidad de veces que la población tiene que ir a votar, lo que también contribuye a que se elijan personas por prepotencia propagandística y no proyectos ni propuestas. También todo se distorsiona por las diferencias en las fechas de las mismas en cada distrito provincial, lo cual desdibuja la posibilidad de plantear un Proyecto Nacional, y, ¿qué se vota si no se vota un proyecto nacional? ¿Qué votamos los argentinos para el futuro de nuestra patria si no es un proyecto nacional? El trabajo pendiente, si aspiramos a otra realidad para nuestra Argentina y para nuestro pueblo es unir, sin unidad de los que tenemos los mismos intereses no se podrá construir una comunidad con vigencia plena de los derechos humanos para todos. Esta afirmación, en este momento histórico parece una tarea imposible, porque además de los factores históricos que se comportan como obstáculos también tenemos los nuevos y negativos factores culturales: una sociedad dominada por el consumismo y donde el narcisismo y el yoísmo se fomentan en forma permanente. Lo contrario a una verdadera emancipación que deberá ser siempre primero social y nacional, pero que también tiene que ver con lo individual, con personas fuertes que trabajen diariamente en lo necesario para una sociedad digna de honrar la vida de todas las personas. Todo funciona en contra del compromiso y la participación, de la solidaridad y la fraternidad, y si agregamos la hipocresía y el cinismo reinantes es esta clase política de la que hablamos, cuesta encontrar EL SENTIDO DE LAS PALABRAS. Por eso los invitamos a reflexionar seriamente sobre la democratización de la democracia, y la posibilidad de democratizarlo todo, sin obediencias debidas, con independencia y voluntad, con compañerismo y solidaridad. Seguimos acá, trabajando por otra realidad tan posible como nuestras ansias de justicia, y seguiremos hasta lograrlo.