No caben dudas de que los pueblos en sus diferentes culturas, países y maneras, vienen luchando desde siempre para preservar la vida, alcanzar la libertad, la justicia y los derechos humanos fundamentales. Parece que siempre hubo, y esto no es un cuento, “los unos” y “los otros” como una contradicción que no encuentra síntesis a lo largo de la historia. Están los que luchan para defender sus derechos, su tierra, su trabajo, su dignidad, su cultura, su integridad y “los otros”, los que siempre han querido usufructuar del esfuerzo ajeno, esclavizar, someter, explotar, matar. Todo esto existe en la “civilización” del siglo XXI, todos y todas lo sabemos. - ¿Todos y todas lo sabemos? - Bueno, quizás haya algunos y algunas, muchos y muchas que piensen que toda esta historia es un cuento pasado y que la civilización, por suerte, o el desarrollo trajeron un mundo más igual o más justo, más integrado con la globalización, que viene a ser parte del desarrollo de nuestros pueblos. O no ?
Esto que quiere ser una introducción, es algo así como una ínfima parte de la colita de una “a” cursiva, parte de un gran abecedario en distintos idiomas que han llenado bibliotecas en el mundo entero, y que ha sido material de estudio y formación en infinidad de escuelas, universidades y lugares del aprendizaje formal e informal.
Por supuesto, “Los unos” nunca hemos tenido el poder de difusión a las mayorías, ni la posibilidad, ni los medios para contar la historia verdadera o la propia visión de la historia. Siempre lo hicieron “Los otros”, los que siempre han impuesto por que la imposición es su cultura, los que han robado la riqueza y explotado los pueblos, porque la explotación viene con ellos. Los que des-culturizaron, quitaron identidad, desaparecieron y mataron por que todo eso viene con ellos, antes, después y ahora por que es inherente al sistema capitalista que sustentan, defienden e imponen.
Enmarcada en la Plaza del Congreso los días 7, 8, y 9 aconteció una gran carpa que se llamó, “Acampe por el Bicentenario de la Verdadera Independencia”. Allí se nuclearon muchas organizaciones sociales de diferentes lugares. Pueblos originarios del país y la región como “Congreso de los Pueblos de Colombia”, el Movimiento 138 de Paraguay, Generación Evo Bolivia, Colectivo Pasarinho de Brasil, Asamblea de Mexicanos. Entre otros muchísimos pueblos y organizaciones de diferentes provincias de Argentina, como “Asamblea Jáchal no se Toca”- San Juan-, Asamblea Paren de Fumigar, Escuelas de Entre Ríos, - Madres de Ituzaingó de Córdoba, Maestros y Directores de Escuelas Rurales de Entre Ríos; Asamblea el Algarrobo de Andalgalá, Catamarca; además de ambientalistas, documentalistas, abogados, economistas, especialistas en el tema del “fraking”,docentes de la UBA, compañeros del CONICET, dirigentes de la CTA y no quiero seguir nombrando, por que se que cometo injustas omisiones y lo que pretendo es dar cuenta de la importancia por la diversidad de actores, hombres y mujeres protagónicos de las luchas contra las embestidas de los que representan a los dueños del poder, quienes siempre apuestan ir un poco “más allá” en nombre del “progreso de nuestros pueblos”.
Ese “progreso” tiene que ver, entre muchas otras cuestiones, con arrasar con la tala despiadada de nuestro bosques nativos (más de un millón de Hectáreas hasta el año 2007 y hoy lo siguen haciendo) incluyendo a las comunidades que en ellos viven si fuera necesario. Esterilizando nuestro suelo y envenenando nuestra gente con las fumigaciones y la explotación minera a cielo abierto, dejando territorios contaminados y pueblos fantasmas, sembrando enfermedad y muerte de niños que aún no nacieron como fue el caso del barrio Ituzaingó en Córdoba, archi-comprobado y difundido. Con el conocimiento de los Gobiernos de turno sobre el impacto que tienen en la población todas estas políticas de devastación de nuestros recursos o bienes comunes y también de la salud de nuestro pueblo.
Allí en el “Acampe” en el Congreso nos encontramos mano a mano con los actores de las luchas que se han venido generando, a lo largo de estos tiempos de avance de éstas políticas, Hombres y mujeres que nos hablan de sujetos que no se resignan a ser condenados a la inexistencia, a la des-culturización. Maestras y maestros en expresar una cultura de la que mucho tenemos por aprender. Estoy hablando de los pueblos originarios y también de aquellos hombres y mujeres, que no siéndolo, llevan curtido el cuerpo y la esperanza en una resistencia activa contra el salvajismo que los quiere condenar a la inexistencia.
Esta misma política se expresa también en la ciudad de Buenos Aires. Aquí también existe el extractivismo urbano que se expresa en un gran avance sobre la venta de suelo y espacio público que genera un gran mercado inmobiliario. “Agencia de Bienes SE”, es un ejemplo. Si bien esto también ha generado en la ciudad una gran movilización de diferentes grupos opositores a esta política, falta todavía mucho trecho para unir estas luchas y darse cuenta de que todo forma parte de un mismo paquete dirigido a los pueblos cuya economía está digitada por las grandes empresas monopólicas.
En el “Acampe” se encontraron muchxs de estos actores para aprender del mutuo compartir. Para afianzarnos en las razones que motivaron este “Acampe por un Bicentenario para la Verdadera Independencia”. Mientras tanto nuestro presidente festejaba el 9 de julio, con nada más ni nada menos, que el Rey de España, a quien le expresara, en relación a los hombres que protagonizaron la independencia de nuestro pueblo en 1816 “.seguro mi querido Rey, que aquellos hombres tenían una gran angustia por separarse de España”. Tamaño desprecio para hablar de hombres de conciencia y compromiso con su tiempo histórico, es muy acorde a sus modos de pensar afines a un sistema que nos quiere subordinados al lucro imperial, y resilientes para adaptarnos a sus políticas de devastación.
Esta verdadera fiesta de encuentros e ideas, finalizó con un festival donde se escucharon voces cantando y expresando sentires de aliento. Se vio la necesidad y quedó la promesa de seguir haciendo “acampes” por que vale el esfuerzo.
En los discursos que circularon, siento que resuena el pensamiento de uno de los héroes de la independencia de nuestra América, el poeta José Martí quien insistía en la unión de los pueblos: "Es la hora del recuento y de la marcha unida”
Patricia Machado
Comunera MC
EMANCIPACIÓN SUR- Corriente Nacional