La cara oculta de la sojizaci贸n Por聽Juan An铆bal Albaytero -聽Emancipaci贸n Sur. Llamo 鈥渟ojizaci贸n鈥 al proceso en curso desde hace unos cuantos a帽os, que impone un 鈥渕odelo productivo鈥 que ha conducido a la 鈥渞eprimarizaci贸n鈥, no solo de la econom铆a, sino de la sociedad toda de nuestra Argentina. Digo reprimarizaci贸n porque Argentina, con todos los claroscuros que se quieran se帽alar, alcanz贸 no solo cierto grado de industrializaci贸n, sino que tambi茅n en desarrollo de tecnolog铆as propias en distintos sectores estrat茅gicos. Todos esos avances, a consecuencia de pol铆ticas impuestas derivadas de la dominaci贸n financiera, est谩n en franco retroceso, habiendo algunas experiencias desaparecido directamente. Ejemplo de lo que manifiesto fue la imposici贸n al gobierno de Alfons铆n de que para reestructurar la deuda, se deb铆a cancelar el desarrollo misil铆stico, incluida la ingenier铆a de lo que se conoci贸 como 鈥減lan C贸ndor鈥. 聽Digo 鈥渟ojizaci贸n鈥 porque la agricultura basada en la soja es la clave del proceso. En la econom铆a primaria de principios del siglo pasado los cultivos claves eran trigo y ma铆z, alimentos de verdad, hoy en este nuevo proceso la clave es la soja transg茅nica, que no debe considerarse como un verdadero alimento, quiz谩s todo lo contrario. sojizacion Como en todo proceso hay ganadores y perdedores. Los ganadores son f谩ciles de identificar. Son las Agroexportadoras en una punta del proceso; los proveedores de semillas transg茅nicas y agrot贸xicos por la otra punta, con Monsanto y Bayer a la cabeza. Socios menores, pero socios al fin, los pooles de siembra, grandes propietarios de tierras y proveedores del agro. Tambi茅n podemos situar entre los ganadores a los Bancos 鈥搒iempre est谩n anotados- y aquellos que participan de la especulaci贸n inmobiliaria. Del lado de los perdedores solo me voy a detener en aquellos de los que pocos hablan y que est谩n viviendo duramente las consecuencias de este proceso. Son aquellos que, fruto de una agricultura sin agricultores, han sido expulsados de las zonas agr铆colas. Estos expulsados hoy 鈥渧iven鈥 en las grandes zonas urbanas, en especial en el 脕rea Metropolitana. Se帽al茅 en particular 鈥渧iven鈥 porque calificar como vida los lugares en donde se habita es, piadosamente, una expresi贸n de deseos. Se vive donde se puede y en las condiciones en que se puede. La expulsi贸n a la que me refiero ha dado lugar a una migraci贸n interna descomunal. Y digo migraci贸n interna, a pesar de que no son solo argentinos los migrantes, sino que la ola migratoria es de aquellos expulsados en la regi贸n del Cono Sur. Para entenderlo en concreto, se puede analizar el caso de la migraci贸n de los hermanos paraguayos expulsados. Los asentamientos en toda el 脕rea Metropolitana en particular, pero tambi茅n en el Gran Rosario, el Gran C贸rdoba y a煤n en muchas ciudades de nuestro pa铆s, registran la vida de los desheredados, habitando en zonas y lugares en much铆simos casos inhabitables. Se vive donde se puede, no donde se quiere. Lo que manifiesto es una realidad f谩cilmente visible. Es solo cuesti贸n de caminar por cualquier distrito del conurbano bonaerense. No hay que realizar ning煤n an谩lisis demasiado profundo. La realidad est谩 a simple vista. Pero hay una realidad que no es tan visible, de la que no se habla. Este proceso con ganadores y perdedores, tiene un perdedor m谩s: el Pueblo sencillo todo. Y es perdedor, porque los expulsados por el modelo productivo impuesto, que son multitud, son con derecho, demandantes de servicios p煤blicos esenciales, servicios p煤blicos que han sido superados, que est谩n saturados, que de ninguna manera satisfacen las demandas de la poblaci贸n. Educaci贸n, Salud, Cultura, Vivienda, Agua y Cloacas, Previsi贸n, todos derechos humanos esenciales que, a煤n en la precariedad en que se encuentran, son sostenidos por la comunidad. A los grandes ganadores de la sojizaci贸n ni los roza esta realidad que describo. Es la poblaci贸n sencilla la que lo sufre. Basta con ir a un centro de salud cualquiera, no solo p煤blico, sino tambi茅n privado, para advertir al estado a que se ha llegado. Encontrarse en la situaci贸n de no haber disponibilidad de una cama hospitalaria en todo un gran distrito bonaerense es algo m谩s com煤n de lo que algunos piensan. Lo mismo en las escuelas. Ni que hablar de la cuesti贸n habitacional. Al lado de la construcci贸n de viviendas con sentido especulativo, de las que muchas permanecen deshabitadas, vemos no solo aquellos que viven en casas instaladas en lugares inhabitables, sino tambi茅n viviendas que sufren el paso del tiempo y sus due帽os, aquellos que lo lograron en otros tiempos de nuestra Argentina, hoy est谩n imposibilitados de mantenerlas como as铆 tambi茅n las nuevas generaciones que no logran acceder a este derecho humano fundamental, peor a煤n, ni so帽ar con 茅l pueden. Ni sue帽an con poder salir a construir realidades nuevas, se quedan en las casas paternas, sean estas como sean, lo que significa cuadros familiares muchas veces insostenibles. Podr铆a seguir describiendo, pero creo que no es necesario. Cualquiera que lee, con un poco de inquietud lo corroborar谩 f谩cilmente. Ahora bien, 驴qui茅n, de todos aquellos que forman opini贸n habla de esto? 驴Hablan de lo que nos est谩 costando como sociedad la experiencia de la sojizaci贸n? Son muy escasos aquellos que hablan, alertan de las consecuencias de este proceso. Acaso alguno de nuestros 鈥減rominentes pol铆ticos鈥 驴nos est谩n hablando de los pueblos en condici贸n de desaparecer porque ya casi no tienen habitantes, de la infraestructura de salud, educaci贸n, vivienda que queda y quedar谩 abandonada por ello? De ninguna manera hablan de ello, porque ser铆a poner de manifiesto el lado oculto, perverso del modelo. Un pa铆s vaciado de poblaci贸n, desintegrado, mientras millones viven concentrados en las grandes ciudades en condiciones infrahumanas. Y no crean que esto es propio solo de los expulsados por el modelo. Poco a poco, gradualmente, esta realidad va alcanzando a gran parte de la poblaci贸n. Hay que revertir esta maldita realidad. Hay que comenzar por poner en cuesti贸n el modelo productivo impuesto y el poner en cuesti贸n debe ser de ra铆z. Debemos revertir la ocupaci贸n de la tierra en nuestra Argentina, pero ocuparla como pol铆tica de estado, no favoreciendo los intereses dominantes, sino pensando en los intereses colectivos. En nuestra lucha, en nuestro caminar debemos poner en primer plano desenmascarar la situaci贸n oculta de la que he hablado, plantarnos ante el modelo de saqueo oponiendo un proyecto productivo que integre a nuestra argentina toda. Hay que priorizar las econom铆as regionales, fijar poblaciones, destinando recursos fiscales a los servicios p煤blicos esenciales que he mencionado. La 煤nica verdad es la realidad. Y la realidad que he descripto, de la que no se habla,聽 hay que cambiarla de ra铆z. Si seguimos transitando la realidad que se nos ha impuesto el futuro cada vez ser谩 m谩s grave. Debemos cambiar esta realidad para que haya futuro. La vida nos desaf铆a. Solo como Pueblo podremos enfrentar este desaf铆o. Nuestra rica historia ser谩 testigo de c贸mo jugamos nuestras vidas.  
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