unnamedLas mujeres marchamos desde la historia. No es que hayamos recorrido un largo camino porque nos vestimos de otra manera, o porque conquistamos el mundo del trabajo. O porque salimos de nuestras casas. No es, para nada, que nos endurecimos y queremos parecernos a los hombres. Queremos ser humanas, queremos decidir, queremos elegir. Cada vez más queremos elegir. Y eso enfurece y llena de odio, y nos golpean y nos matan. O, en el mejor de los casos nos tratan de locas. Cuando el que amamos nos escribe su poder en el cuerpo, ya empezó su derrota. Ya empezó a dejar de ser humano, ya empezó a odiar. Cuando el que amamos por miedo, porque nadie le enseñó a compartir el poder nos lastima y nos agravia, ya empezó a perder. La hermandad de las mujeres no tiene muchas palabras, tiene que ver con la historia, como decimos. Tiene que ver con caminos recorridos desde muy distintos lugares. No a todas nos pegaron, a muchas, a demasiadas nos negaron la palabra. Nos negaron la posibilidad de pensamiento propio, su expresión. Y cuando los tuvimos, pagamos un costo bastante alto. Las jóvenes marchan y pelean, siguen peleando con todo amor, defendiendo su lugar. Parece que es elegir lo que queremos. Parece que es marchar al lado, ni adelante ni atrás, parece que estamos defendiendo ser humanas. Que cargan nenes, que escuchan, que aprenden, que curan, que educan, que trasmiten el fuego, que no entregan banderas, que saben tantas cosas que ni saben que saben, porque todavía no las dejan. Nos matan por desesperación, no pueden pararnos. Decidimos elegir. Silvia Baffigi - Presidenta de Corriente Nacional Emancipación Sur
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