Construyamos una alternativa popular emancipadora.

Ante las elecciones de las PASO del 11 de agosto, pensamos debatimos y decimos que:

El frente emancipador sigue pendiente, ese frente nacional, social, antiimperialista y anticapitalista, como lo afirmamos tantas veces. Mientras la dominación neocolonial se viene profundizando en los últimos años.

La dependencia, el saqueo de nuestros bienes naturales comunes, la desigualdad, el modelo agro minero exportador, la pérdida de soberanía, la destrucción de la industria nacional y un preocupante deterioro social; viene profundizándose de hace décadas, con más y con menos los distintos gobiernos han continuado un proceso de dependencia y sometimiento y que durante éstos últimos años ha sido vergonzosamente potenciado.

Durante el gobierno de Cambiemos, que esperamos llegue a su fin, fuimos doblemente saqueados como pueblo. Sus políticas de entrega van dinamitando las bases de un país autónomo y se lo condena a la dependencia y con ella a la miseria.
El gobierno de Macri ha empeorado aún más las condiciones de vida de los sectores populares, ha crecido la pobreza y la indigencia, la precarización y explotación. Altísimos porcentajes de inflación, tarifazos, despidos, cierre de comercios e industrias. Alto desprecio humano por las mayorías populares, al mismo tiempo que han crecido las ganancias provenientes del negocio financiero para unos pocos, infames y traidores cada vez mas ricos, ganancias extraordinarias para los bancos, las empresas energéticas, de gas, los peajes, las empresas petroleras y los mismos monopolios de siempre.
Nunca en tan poco tiempo la crecido tanto y en forma irresponsable la odiosa deuda externa, que es la forma más contundente y miserable para aumentar dependencia.
La política ecónomica del gobierno es la que impone el FMI pretendiendo disciplinar con bajos salarios, flexibilización laboral, especulación financiera y profundización del modelo agroexportador extractivista, entreguista y cipayo . Un claro capitalismo neoliberal que además tiene una decidida política de persecución a los y las luchadores populares, cultura del individualismo, mayores desigualdades, expresiones discriminatorias y reformas reaccionarias y represivas.

Somos parte de nuestro Pueblo que lucha y resiste, a éste gobierno de ricos, todos los días, queremos y luchamos para que se vayan. FUERA MACRI. Y lo haremos también votando en su contra en éstas elecciones de agosto próximo.

Debatimos durante estos meses en profundidad el dilema que nos planteaba la elección de un nuevo gobierno, y cómo se va conformando el escenario de la misma. Pensamos en la necesaria unión que se debe construir, unión estratégica, que no es lo mismo que sirva solo para la suma de votos, y principalmente que no sea vertebrada por la corporación política bipartidista.

Los sectores populares que hemos resistido siempre, una vez más, no hemos podido conformar un gran frente alternativo popular por afuera de las variantes de la corporación política responsable y cómplice del saqueo y la desigualdad.

Hemos sido muy críticos del gobierno anterior en cuanto mantuvo e incluso potenció el modelo agrominero exportador a favor de las corporaciones cuyas consecuencias son el saqueo de nuestros bienes naturales, contaminación, una economía subordinada al modelo sojero con el desarraigo y expulsión de cientos de poblaciones que buscaron sobrevivencia en el conurbano bonaerense.
Hemos sido críticos de la falta de un proceso industrial nacional cuando en la mayor parte de su gobierno la economía crecía a tasas chinas.
Pero también hemos sabido saludar aciertos como por ejemplo en políticas de derechos humanos, asignación universal y otros.

Hoy el kirchnerismo ha podido conformar una gran unidad electoral, en el que participarán compañeros y compañeras de sectores politicos y sociales con los que nos hemos encontrado no sólo en la lucha sino en intentos de construcciones alternativas, pero entendemos que éste frente tiene como columna vertebral no a los y las trabajadores, no a los y las luchadores populares, sino a un reunificado y potenciado Partido Justicialista. El motivo es ganarle a Macri, y LO ENTENDEMOS, LOS ENTENDEMOS. Pero también entendemos o consideramos que ayuda a la reconformación del bipartidismo.

Con Alberto Fernandez, la reunificación del PJ, el frente renovador de Sergio Massa y sectores del llamado círculo rojo, ésta oposición pretende dar confianza al capital financiero internacional y las clases dominantes.
Si bien éste frente está integrado también por varios movimientos sociales, del movimiento obrero y sectores de centroizquierda, no equilibra en el centro de decisión y el todxs para ganarle a Macri no empuja hacia el lado progresista cuando la base es la estructura conservadora del PJ.

Pensamos que desde las organizaciones populares, desde la dirigencia popular, no sólo debemos estar cerca del propio deseo y necesidad de la unión para derrotar un modelo perverso y de exclusión. Sentimos, quizás con alguna cuota de soberbia, que también tenemos la obligación de pensar más allá, de ser capaces de cuestionar y cuestionarse qué ocurrirá después.

El discurso nacional y popular se mezcla con el continuismo de políticas de entrega y destrucción del aparato productivo, y es preocupante porque dinamita la construcción de una alternativa que verdaderamente enfrente los problemas estructurales que posibilitan la desigualdad y la miseria.
Somos conscientes de la dificultad que se presenta en las coyunturas electorales, donde el poder de decisión se achica, las reglas durísimas que impuso la corporación política se imponen, y la derrota electoral se vislumbra.
Sin embargo, la unidad que debería prevalecer, empezar a construirse y atravesar los períodos electorales, tendría que plantearse un trabajo serio y profundo al interior de las y los trabajadores, haciéndose cargo de las problemáticas que nos afectan como pueblo, e ir constituyéndose como la dirección política de la definitiva liberación.

Deberíamos debatir un nuevo modelo institucional, ya que uno de los obstáculos que impiden a las fuerzas del campo popular llegar a espacios de poder son las propias reglas del sistema. Tener presente de que quienes las diseñaron son los mismos actores sociales y políticos que nos mantienen de rodillas y es una tarea urgente de las organizaciones que se proponen una alternativa.

Para éstas elecciones de las PASO del 11 de agosto decidimos adherir al Frente de Izquierda Unidad, más allá de nuestras diferencias posiblemente estratégicas, tácticas y a veces metodológicas, pero valoramos la lucha constante de sus dirigentes y militantes, saludamos el avance de unidad incluso con organizaciones y colectivos populares con los que compartimos entre otras causas una parecida mirada sobre la integración latinoamericana y temas socioambientales y de igualdades. Consideramos necesario que sean una expresión alternativa en Octubre, porque entendemos que diputado/as de izquierda podrán ser la expresión que se oponga a las políticas de entrega y pobreza, de flexibilización laboral, ajustes; contra las medidas y ley es que favorecen el saqueo de nuestros bienes naturales comunes, el claro rechazo al FMI y el planteo de la suspensión del pago de la deuda externa y su inmediata investigación y auditoría.

Consideramos que es necesario dar el debate y trabajar por atravesar la maldición del posibilismo. Nos sentimos parte de los colectivos populares que plantean diferentes escenarios y horizontes, sabiendo que a todos nos congrega la necesidad de enfrentar a la insaciable sanguijuela del capitalismo en todas sus formas y promover nuevas búsquedas que generen una sociedad alternativa, empoderada en sus bienes comunes y soberanía, solidaria e igualitaria.

Seguimos creyendo que nuestra sociedad necesita una propuesta política popular nueva, que se manifieste en todos los terrenos de lucha, también en el plano electoral, que promueva un modo de organización y debate horizontal plural y a su vez orgánico, y una práctica cotidiana de igualdad y libertad. Una alternativa política plurinacional que incorpore diversas tradiciones políticas; diferentes culturas militantes, múltiples y distintas prácticas cotidianas. Se trata entonces de construir una nueva síntesis, desde abajo y se construya promoviendo el protagonismo popular para ese necesario movimiento político social cultural emancipador.

Corriente Nacional Emancipación Sur.