Desde el 1 de mayo de 1886 y de la Revuelta de Haymarket, los combates y luchas por la justicia social hicieron de los trabajadores la fuerza irreductible y la garant铆a imprescindible en el camino de la emancipaci贸n nacional y social.
Por: Mesa de Direcci贸n de Proyecto Sur Pcia. de Bs.As.- Corriente Nacional Emancipaci贸n Sur
Cada 1潞 de Mayo nos encuentra m谩s profundamente convencidos que los trabajadores son los que deben protagonizar el camino hacia la emancipaci贸n nacional y social.
Ese camino, tantas veces desviado, interrumpido y demorado por la tentaci贸n de atajos producto de una cultura pol铆tica que subordina su subsistencia a la dependencia de los centros mundiales de decisi贸n y adem谩s viciada de falta de representatividad o de liderazgos de farsantes que solos, creen poder volcar, a favor del pueblo, la correlaci贸n de fuerzas, hoy francamente desfavorable.
La ofensiva de los grupos concentrados de poder, si bien es de una envergadura que no predec铆amos, encontr贸 una respuesta contundente de resistencia que sacudi贸 los 谩nimos y los c谩lculos de los gerenciadores de la extranjerizaci贸n del modelo productivo.
Celebramos el 1潞 de Mayo sum谩ndonos a estas horas de lucha, que entre otras cosas dej贸, para la ret贸rica de los comunicadores rentados de los explotadores, la insistencia en denominar la jornada hist贸rica como 鈥渇iesta del trabajo鈥.
Con el exitoso paro del 10 de abril, se vieron sorprendidos, porque acostumbrados a formatear la opini贸n p煤blica se sent铆an seguros y en sus estrechas mentes los trabajadores se mostraban d贸ciles y resignados. No comprenden que la masiva adhesi贸n al paro no se decide en la v铆spera. La huelga de 17 d铆as de los docentes tambi茅n se estuvo masticando silenciosamente hasta que el grito estall贸 para convocar a marchas multitudinarias y asambleas en las que particip贸 trabajadores que hasta entonces se manten铆an ajenos a la lucha gremial. La agenda se les quem贸 en las manos.
Lo que hoy enfrenta los trabajadores es un salto cualitativo en la profundizaci贸n del sometimiento neocolonial. Al car谩cter de precariedad y violencia a que se ha estructurado el mercado laboral, se le suma un sofisticado armado jur铆dico-pol铆tico para reprimir, con un Estado polic铆aco, cualquier intento de oposici贸n a un nuevo ciclo de acumulaci贸n de capital liderado por las multinacionales.
El mensaje de hasta donde son capaces de llegar lo dio la sentencia a cadena perpetua a los trabajadores petroleros de Las Heras. Una injusticia repugnante con reminiscencias de la semana tr谩gica de los a帽os 20 del siglo pasado. Pero tambi茅n, los trabajadores est谩n mostrando algunos pasos para traer al presente hitos hist贸ricos de la lucha obrera como fueron los programas del 1潞 de Mayo y Huerta Grande. Pasos hacia la recuperaci贸n de la agremiaci贸n y avances antiburocr谩ticos que se hacen visibles entre los delegados de base de las grandes f谩bricas y en la participaci贸n masiva en las movilizaciones. Apostaban a que la Central de Trabajadores Argentinos desapareciera y con todas sus contradicciones y vedetismos, creci贸 y se fortaleci贸.
Aunque estemos lejos de los niveles m谩s altos alcanzados en independencia y conquistas, de aquellos memorables 煤ltimos a帽os de la d茅cada del 60, La Corriente Nacional Emancipaci贸n Sur ofrecer谩 sus esfuerzos militantes para mantener firmes las causas que sintetizan los anhelos de la lucha organizada de m谩s de un siglo.
Nos toca vivir un tiempo de grandes contradicciones producto de la fragmentaci贸n del tejido social y de la instalaci贸n del individualismo como una avanzada del capitalismo global sobre la subjetividad de las relaciones humanas. A pesar de lo cual, la dominaci贸n presenta fisuras por las cuales no pueden ocultar el conflicto fruto de la inequidad y el car谩cter esencialmente gregario, en especial entre aquellos que encuentran en la unidad de los colectivos, que sufren la injusticia de ser hacedores de los bienes sociales y luchar por su subsistencia, la fuerza para no ser avasallados en su dignidad.
El desaf铆o es disputar el modelo productivo colonial que llevan adelante las trasnacionales y los grupos econ贸micos y que los gobiernos y la oposici贸n acompa帽an. A las reivindicaciones salariales, los trabajadores suman a sus reclamos 鈥渜ue el gobierno nacional deje de usar la plata de los trabajadores para pagarle al Club de Par铆s y a Repsol y haga efectivo el pago a nuestros compa帽eros鈥, como expresa el comunicado de los estibadores del puerto de Buenos Aires. Similares planteos vienen haciendo otros sectores de los trabajadores incorporando a su lucha las banderas la defensa de los intereses nacionales y la preservaci贸n del medio ambiente. Lo hacen recogiendo las causas que el campo popular y la militancia viene sembrando.
No solamente hace falta generar condiciones para una conciencia generalizada que desarrolle un sujeto pol铆tico, social, de trabajadores conscientes para ir hacia un proyecto social, econ贸mico, cultural y pol铆tico alternativo en Argentina, sino que es prioritario abrir un gran debate en la militancia del campo popular para poner en primer lugar al proyecto emancipador, abandonando, al mismo tiempo la discusi贸n sobre qui茅n es el que conduce. Sumar en un di谩logo por la emancipaci贸n con un gran esp铆ritu de grandeza que nos permita forjar un gran frente del pueblo, desechando para siempre dogmatismos y sectarismos que prolongan el sufrimiento de nuestro pueblo.
Si lo logramos, el 1潞 de Mayo ser谩, y solo entonces, una fiesta del trabajo.
Cada 1潞 de Mayo nos encuentra m谩s profundamente convencidos que los trabajadores son los que deben protagonizar el camino hacia la emancipaci贸n nacional y social.
Ese camino, tantas veces desviado, interrumpido y demorado por la tentaci贸n de atajos producto de una cultura pol铆tica que subordina su subsistencia a la dependencia de los centros mundiales de decisi贸n y adem谩s viciada de falta de representatividad o de liderazgos de farsantes que solos, creen poder volcar, a favor del pueblo, la correlaci贸n de fuerzas, hoy francamente desfavorable.
La ofensiva de los grupos concentrados de poder, si bien es de una envergadura que no predec铆amos, encontr贸 una respuesta contundente de resistencia que sacudi贸 los 谩nimos y los c谩lculos de los gerenciadores de la extranjerizaci贸n del modelo productivo.
Celebramos el 1潞 de Mayo sum谩ndonos a estas horas de lucha, que entre otras cosas dej贸, para la ret贸rica de los comunicadores rentados de los explotadores, la insistencia en denominar la jornada hist贸rica como 鈥渇iesta del trabajo鈥.
Con el exitoso paro del 10 de abril, se vieron sorprendidos, porque acostumbrados a formatear la opini贸n p煤blica se sent铆an seguros y en sus estrechas mentes los trabajadores se mostraban d贸ciles y resignados. No comprenden que la masiva adhesi贸n al paro no se decide en la v铆spera. La huelga de 17 d铆as de los docentes tambi茅n se estuvo masticando silenciosamente hasta que el grito estall贸 para convocar a marchas multitudinarias y asambleas en las que particip贸 trabajadores que hasta entonces se manten铆an ajenos a la lucha gremial. La agenda se les quem贸 en las manos.
Lo que hoy enfrenta los trabajadores es un salto cualitativo en la profundizaci贸n del sometimiento neocolonial. Al car谩cter de precariedad y violencia a que se ha estructurado el mercado laboral, se le suma un sofisticado armado jur铆dico-pol铆tico para reprimir, con un Estado polic铆aco, cualquier intento de oposici贸n a un nuevo ciclo de acumulaci贸n de capital liderado por las multinacionales.
El mensaje de hasta donde son capaces de llegar lo dio la sentencia a cadena perpetua a los trabajadores petroleros de Las Heras. Una injusticia repugnante con reminiscencias de la semana tr谩gica de los a帽os 20 del siglo pasado. Pero tambi茅n, los trabajadores est谩n mostrando algunos pasos para traer al presente hitos hist贸ricos de la lucha obrera como fueron los programas del 1潞 de Mayo y Huerta Grande. Pasos hacia la recuperaci贸n de la agremiaci贸n y avances antiburocr谩ticos que se hacen visibles entre los delegados de base de las grandes f谩bricas y en la participaci贸n masiva en las movilizaciones. Apostaban a que la Central de Trabajadores Argentinos desapareciera y con todas sus contradicciones y vedetismos, creci贸 y se fortaleci贸.
Aunque estemos lejos de los niveles m谩s altos alcanzados en independencia y conquistas, de aquellos memorables 煤ltimos a帽os de la d茅cada del 60, La Corriente Nacional Emancipaci贸n Sur ofrecer谩 sus esfuerzos militantes para mantener firmes las causas que sintetizan los anhelos de la lucha organizada de m谩s de un siglo.
Nos toca vivir un tiempo de grandes contradicciones producto de la fragmentaci贸n del tejido social y de la instalaci贸n del individualismo como una avanzada del capitalismo global sobre la subjetividad de las relaciones humanas. A pesar de lo cual, la dominaci贸n presenta fisuras por las cuales no pueden ocultar el conflicto fruto de la inequidad y el car谩cter esencialmente gregario, en especial entre aquellos que encuentran en la unidad de los colectivos, que sufren la injusticia de ser hacedores de los bienes sociales y luchar por su subsistencia, la fuerza para no ser avasallados en su dignidad.
El desaf铆o es disputar el modelo productivo colonial que llevan adelante las trasnacionales y los grupos econ贸micos y que los gobiernos y la oposici贸n acompa帽an. A las reivindicaciones salariales, los trabajadores suman a sus reclamos 鈥渜ue el gobierno nacional deje de usar la plata de los trabajadores para pagarle al Club de Par铆s y a Repsol y haga efectivo el pago a nuestros compa帽eros鈥, como expresa el comunicado de los estibadores del puerto de Buenos Aires. Similares planteos vienen haciendo otros sectores de los trabajadores incorporando a su lucha las banderas la defensa de los intereses nacionales y la preservaci贸n del medio ambiente. Lo hacen recogiendo las causas que el campo popular y la militancia viene sembrando.
No solamente hace falta generar condiciones para una conciencia generalizada que desarrolle un sujeto pol铆tico, social, de trabajadores conscientes para ir hacia un proyecto social, econ贸mico, cultural y pol铆tico alternativo en Argentina, sino que es prioritario abrir un gran debate en la militancia del campo popular para poner en primer lugar al proyecto emancipador, abandonando, al mismo tiempo la discusi贸n sobre qui茅n es el que conduce. Sumar en un di谩logo por la emancipaci贸n con un gran esp铆ritu de grandeza que nos permita forjar un gran frente del pueblo, desechando para siempre dogmatismos y sectarismos que prolongan el sufrimiento de nuestro pueblo.
Si lo logramos, el 1潞 de Mayo ser谩, y solo entonces, una fiesta del trabajo.
