Entrevista en La Retaguardia en el programa "Enredando las mañanas Sobre los linchamientos también hablamos con el psicoanalista y psiquiatra Alfredo Grande, en el marco del programa “Enredando las mañanas†de la Red Nacional de Medios Alternativos, quien aseguró que cuando se plantea el fenómeno de la “justicia por mano propia†se cometen varios errores: “el código más justo que ha habido en la historia de la humanidad es la Ley del Talión, porque mantiene algo muy importante que es la proporcionalidad entre la falta, el crimen y el castigo. Justamente lo que se puede llamar lo injusto es esa desproporcionalidad o porque el crimen en muy grande y el castigo muy pequeño, o porque el crimen es muy pequeño y el castigo muy grande. La ruptura de la proporcionalidad entre el crimen y el castigo es una marca de la cultura represora. Y este desnivel se puede ver a dos puntas. Se puede dar porque es poco o demasiado, que es un poco lo habitual de la cultura represora: o te morís de sed o te ahogas, no hay un suministro de agua adecuado y pertinente. Entonces, el tema del linchamiento es el paradigma de la ruptura de la Ley del Talión, no es ojo por ojo, cartera por cartera, arrebato por arrebato, sino que es asesinato por arrebato, entonces ahí se atraviesa, se rompe, se disloca una ley básica de esta cultura, que ha sido muy denostada pero que no ha sido superada todavía. Cuando se habla de justicia por mano propia, en realidad la mano propia es una mano colectiva, y el paradigma de la justicia por mano propia fue Fuenteovejuna, esa obra maravillosa, en la que un pueblo va contra el comendador, el poder despótico. Pero la cultura represora entiende Fuenteovejuna al revés. Son pocos no contra los poderosos sino contra los que han sobrevivido a los banquetes del liberalismo, incluso los de este gobierno, por supuesto. A lo que se llama linchamiento, hay que pensarlo un poco porque acá tiene una fuerte marca reactiva, y lo reactivo en la cultura es muy intenso, pero efímero. O sea que esto de los linchamientos va a ir desapareciendo, sobre todo si algunos medios no lo siguen fogoneandoâ€. Grande, que también conduce el programa radial Sueños Posibles, afirmó que efectivamente los medios fogonean, avivan el fuego del fenómeno de los linchamientos, pero remarcó que no son quienes prenden ese fuego: “lo que los medios hacen, sobre todo los conocidos como medios masivos es fogonear el fuego, no prenderlo, esto para mí es importante, por lo tanto cuando dejen de fogonearlo, como esto es reactivo va a empezar a decaer, como lamentablemente también decayó el 2001, porque parte era reactivo. Lo que prende el fuego es la situación real; el 2001 no lo prendieron los medios. Me acuerdo que, después de venir de las marchas, ver la televisión y eran todas escenas de todo, pero el fuego, digamos, lo que prende cualquier fuego, en la historia, es un real. Por ejemplo, el mayo francés, el 17 de octubre de 1945 no lo armó la televisión o la radio, la guerra no la inventó la radio, después sí se fogoneaba. Eso es algo que hay que diferenciar porque si no caemos en la cuestión tan remanida de matar al mensajero. Entonces, hay un real que a pesar de lo que dijo Aníbal Fernández, que había una sensación de inseguridad, lo que había es una situación de peligro; vivir en ciertas zonas de la ciudad, casi en todas, es peligroso. Yo dejo mi auto muchas veces en donde tengo uno de mis bunkers, en la zona de Constitución, y hago dos cuadras, parezco un radar, anticipando movimientos, cruzando, voy, vengo, parezco un loco, porque no puedo ir siempre por la misma vereda, tengo que cruzar, porque hay un peligro. Entonces cuando hay un peligro y vos hablás de sensación de inseguridad eso se llama una acción psicotizante, estás transformando una percepción en una alucinación. Eso se lo debemos a Aníbal Fernándezâ€. Alfredo Grande señaló que de esta manera se está desmintiendo lo que percibe la sociedad, un accionar al que caracterizó como “percepticidioâ€: “es la muerte de la percepción. Eso es la llama, lo que estaba y está, porque como se sabe nadie nace para chorro, nadie nace asesino, ni los pibes, ni los ladrones, ni los vecinos, nadie nació para esto. Esto es un constructo de la cultura represora. Para la cultura represora, el remedio siempre es peor que la enfermedad. Como este gobierno con ese garantismo pelotudo, de pequebú, de Paseo Alcorta, construyó una virtualidad que no existe, yo se lo escuché al Padre Farinello en una mesa que compartimos hace varios años, que la villa ya no era la villa, él no pudo vivir en la villa más de dos años porque ahora es otra cosa. Entonces desde ese lugar, ni los pibes, ni los adolescentes, que roban, matan y violan, nacieron para hacer eso, ni los vecinos que linchan nacieron para hacer eso. Entonces como le escuché decir a Berni y Zaffaroni: ‘son asesinos’. No, no son asesinos, tienen conductas asesinas, pero no son asesinos. De la misma manera que los pibes limados por la droga, el hambre, el frío, por el maltrato, matan, tampoco son asesinos, sino quedamos en esa famosa película de ‘Asesinos por Naturaleza’. Ni los unos, ni los otros son asesinos. Ahora me pregunto, ¿qué pasó en esta democracia, qué pasó en la década ganada para que ciudadanos se conviertan en asesinos? Cuál fue el proceso de degradación de la subjetividad?, porque el gobierno nos dice que es un país con buena gente, no lo digo yoâ€, agregó. Durante la entrevista con Enredando las mañanas, Alfredo Grande desestimó que este tipo de reacciones sociales sean consecuencia del Terrorismo de Estado. Por el contrario, el psicoanalista habló de Estado terrorista: “tirarle todo al Terrorismo de Estado después de treinta años de democracia es un per saltum hacia atrás. Esto es consecuencia del Estado terrorista, que es la otra cara del Estado benefactor. Hoy tenemos esta democracia porque nuestra clase política tardó un año y medio desde que se rindió Puerto Argentino hasta que Alfonsín asumió. Esta democracia es hija de gente muy cobarde, muy especulativa, es hija de que Bignone le pone la banda a Alfonsín y no va preso. Es hija de gente muy pusilánime, negociadora, corrupta y transera, por supuesto con el radicalismo y el PJ a la cabeza. El Terrorismo de Estado parió el movimiento de derechos humanos más importante de la historia, no sé si de la humanidad, pero por lo menos de Latinoamérica; parió una resistencia ciudadana política extraordinaria; los que después agarraron eso, básicamente primero el radicalismo y después el PJ, arruinaron todo eso y los vemos en lo que pasa ahora. Pasarle todo al Terrorismo de Estado es un per saltum, una coartada miserable como cuando se dice que todo es por el 2001... no, el 2001 fue el efecto final, fue la gran maniobra de Menem y Cavallo para tirarle todo al bobito de De la Rúa. Por ejemplo, el 2 de abril es feriado por influencia de López Murphy, ministro de Defensa. Habría que levantarlo ya como una forma de aplacar a las fuerzas armadas, ¿por qué va a ser feriado el día que empieza otro genocidio? La dictadura cívico militar fue desde 1975 -incluimos a la Triple A-, a 1983, es la tercera parte de la democracia; entonces, si en treinta años no reparás, es lo que pasó en España, ahí tenés primero a Felipe González, ahora Rajoy, pasando por Zapatero, así están... ¿Qué va a decir un español hoy? ¿Que la culpa la tiene Franco? No, la culpa la tienen la socialdemocracia y la derecha, que no son tan diferentes.